Pasodoble Lo siento Patxi, no todo el mundo puede ser de Euskadi
-- ACTUALIZACIÓN --
Añado unas pequeñas modificaciones en el pasodoble gracias al aviso y colaboración de @ismaelitodekady, punteao de la agrupación, que ha tenido la amabilidad de revisar la transcripción y corregirla para que tengamos una versión más fiel de los acordes. Agradezco mucho su colaboración. Los cambios están indicados en rojo.

Ayer se estrenó en el Teatro Falla
la primera chirigota guipuzcoana de la historia del Concurso. En realidad es una chirigota de Cádiz, pero viene
tan metida en el tipo que se han inscrito desde San Sebastián. Este año creo que ese es el sello de esta chirigota,
no salirse del tipo en ningún momento. Donde resulta más evidente ese esfuerzo es en la puesta en escena y la interpretación del personaje, pero creo que el mayor acierto del tipo se encuentra en
escribir todo el repertorio desde la perspectiva del personaje: un vasco que conoce Cádiz por el Carnaval y el Carnaval por Cádiz, y que
dentro de su inocencia, decide arrancarse a sacar una
txirigota y llevarla a Cádiz. Esa
ingenuidad de venir al Falla sin conocer la maldad del concurso es la que le permite a los letristas desarrollar un repertorio
basado en el doble sentido y en
sacar punta con la ironía, y además, como diría mi amigo
@CarmelodeCadi, "
disiendo lo que hay que disí". Y aunque es de agradecer esos toques de humor negro (no todo el mundo se atreve a participar en
el concurso de lo políticamente correcto con este tipo de humor) en ciertas partes del repertorio, me veo en la obligación de resaltar el humor de los pasodobles sobre el resto, destacando el homenaje a la comparsa "callejera" de Juan Carlos Aragón.
No hay que tener guasa...
Si algo me echó para atrás de esta agrupación,
en principio, era
el acento forzado con pronunciación
asantoñada y con esa armonización de las voces tan brusca y plana:
afinación jotesca, casi desagradable, sin quejíos, sin modulación...
sin Cádiz. Pero tras escucharlo unas cuantas veces para poder sacar los acordes, entiendo que es una separación estilística obligada por el tipo y que de otra manera
se perdería gran parte de la atmósfera necesaria para hacer creíble la ignorancia del personaje en materia carnavalesca. Ahí es donde tienen el filón para los
contrastes humorísticos aunque para ello haya que prescindir del cantar meloso y preciosista que tanto abunda en la modalidad de Chirigota.
A mi me parece una decisión muy valiente.