Pasodoble Enemigos Íntimos
El pasodoble clásico viene de Chiclana, al menos en estos dos últimos años. Recordábamos el otro día a la chirigota Vamos Tirando y a su maravilloso pasodoble, que yo llamo "El pasodoble de los 7 pellizcos". Pues resulta que no es el único en su especie, ni siquiera el primero. En realidad es una técnica de tortura milenaria que se viene usando desde los Tartessos para combatir a los enemigos y expulsar a los invasores. Como ya sabréis, la tortura consistía en cantarle al preso la selección de pasodobles más viscerales de la antología, los que llegaban al alma antes de pasar por el oído. Quien no haya oído hablar de este inhumano sistema de trato a los reclusos se sorprenderá de una tortura aparentemente tan liviana como ésta. El verdadero castigo viene cuando se le atan las dos manos a la silla para que no pueda acompañar el ritmo con los nudillos. Eso es lo que los vuelve locos de verdad. Se han dado casos de presos arrancándose la mano a mordiscos con tal de no luchar contra ese impulso. El popurrí de coro también es un invento de aquella época, diseñado para torturar a grupos numerosos. Era más rápido, más fácil y no se necesitaba gente especialmente cualificada para realizar la tortura. Todavía se recuerdan de aquella época letras míticas como "Hay quien dice que Gades no tiene Circus", "Un 4 de diciembre muere un Malakatense" o la tan recordada y señalada copla conocida como "Los sestercios arcaicos".